Caléndula ( Calendula officinalis L. ), flores trituradas
Las flores de caléndula se han utilizado desde la antigüedad como medicina tradicional para tratar los problemas cutáneos como quemaduras, heridas y ezcemas y como emenagoga.
Se utiliza de forma interna a través de tintura o infusión o externamente en formato de cataplasma, ungüento o compresa.
Propiedades de la caléndula:
- Cicatrizante y regeneradora de heridas y quemaduras
- Emoliente, suavizante y nutritiva de la piel
- Reduce los picores de la piel
- Emenagoga, regulariza las menstruacciones
- Antiinflamatoria
- Antibacteriana y fungicida
Usos de la caléndula:
- Su acción cicatrizante y calmante está indicada para tratar todo tipo de heridas, ezcemas y prurito. Reduce el picor ayudando a desinfectar, cicatrizar y regenerar la piel.
- También en las picaduras de insectos, la caléndula actúa como antiinfecciosa y antiinflamatoria.
- Rebaja el hinchazón y alivia el dolor de contusiones y golpes de forma eficaz.
- Su efecto antiséptico y antibacteriano ayuda a tratar el acné en pieles jóvenes y ayuda a curar las irritaciones causadas por el pañal en los bebés.
- La caléndula se indica como un remedio ginecológico para la mujer joven por su poder antiespasmódico, para el tratamiento de los trastornos de la menstruación, como amenorreas, metrorragias y dismenorreas.
- La infusión de caléndula se ha usado como remedio tradicional para combatir la anemia y las convalecencias utilizada junto a plantas que refuercen su acción como el romero o la ortiga.
Usos externos: heridas, psoriasis, ezcemas, prurito, quemaduras, escoceduras, contusiones, golpes, acné, llagas bucales, pieles irritadas, forúnculos.
Usos internos: dolor menstrual, amenorreas, sofocos, menopausia, anemia, tensión alta, parásitos intestinales, alergias, etc.
La caléndula debe su poder medicinal a componentes flavonoides, saponósidos y alcoholes triterpénicos, carotenoides, polisacáridos, ácidos fenólicos, cumarinas y aceite esencial
Cómo utilizar:
- Uso externo: usa las flores de caléndula para elaborar cremas, lociones, enjuagues bucales, compresas, emplastos, etc. Para realizar un emplasto, sólo hay que infusionar las flores y aplicar sobre la herida o dolor, y lo cubres con un paño para dejarlo varias horas. También puedes realizar una maceración con aceite mezclando las flores con aceite de oliva o almendras durante 1 mes. Luego filtras y ya puedes utilizar para realizar masajes en las zonas a tratar.
- Uso interno: infusionar una cucharadita de flores y dejar reposar antes de filtrar y tomar a sorbos.
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